Los vecinos podemos ser sensibles ante determinadas realidades, pero en ningún caso debe posponerse la seguridad de personas y bienes, como demuestran las numerosas roturas de la tuberia a lo largo de los últimos años.
Con todo, esperamos que se recapacite, y que esta renovación pendiente desde 2012, sea incluida en la partida del Ayuntamiento como prometió el pasado agosto su Concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos.